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Nutrición en adolescentes: qué necesita su cuerpo y cómo guiarlos a comer mejor

El cuerpo adolescente crece, cambia y exige más energía y nutrientes. Por eso, la nutrición en adolescentes debe ser completa, balanceada y funcional. En este artículo te contamos qué incluir, qué evitar y cómo acompañar sus decisiones alimentarias con información real.

¿Por qué es tan importante la nutrición en adolescentes?

La adolescencia es una etapa de crecimiento acelerado. El cuerpo cambia, el cerebro se desarrolla y las emociones se intensifican. Todo esto requiere una alimentación adecuada, rica en energía y nutrientes esenciales. Una buena nutrición en esta etapa no solo favorece el desarrollo físico, sino también el bienestar emocional, el rendimiento escolar y la prevención de enfermedades futuras.

Cambios físicos y emocionales que impactan su alimentación

Durante la adolescencia ocurren cambios hormonales que pueden:

  • Aumentar el apetito
  • Alterar el estado de ánimo
  • Generar inseguridad con el cuerpo

Además, factores como el estrés escolar, las redes sociales, la presión estética y la búsqueda de independencia pueden influir en elecciones alimentarias impulsivas o desequilibradas. Acompañarlos con empatía es fundamental.

Macronutrientes esenciales: proteínas, carbohidratos y grasas buenas

Una dieta equilibrada debe incluir:

  • Proteínas: necesarias para el crecimiento muscular. Ej: huevo, pollo, pescado, leguminosas.
  • Carbohidratos complejos: fuente principal de energía. Ej: avena, arroz integral, tortillas de maíz.
  • Grasas saludables: esenciales para el cerebro y las hormonas. Ej: aguacate, nueces, aceite de oliva.

Evitar el exceso de azúcares, harinas refinadas y grasas trans es clave.

Micronutrientes clave: hierro, calcio, zinc y vitaminas

Algunos nutrientes son especialmente importantes en esta etapa:

  • Hierro: previene anemia, especialmente en adolescentes que menstrúan.
  • Calcio y vitamina D: significativos para el desarrollo óseo.
  • Zinc y vitamina A: apoyan el sistema inmune y la salud de la piel.
  • Complejo B: mejora energía, concentración y salud emocional.

Una dieta variada rica en frutas, verduras, cereales integrales y alimentos de origen animal suele ser suficiente.

¿Cuánto deben comer? Porciones recomendadas según edad y sexo

El apetito en adolescentes puede variar mucho. No todos necesitan la misma cantidad, pero una guía general según sexo y nivel de actividad puede ayudar:

  • Mujeres adolescentes activas: entre 1800 y 2200 kcal/día
  • Hombres adolescentes activos: entre 2200 y 3000 kcal/día

Es importante enfocarse más en calidad nutricional que en contar calorías. Fomentar que escuchen su hambre y saciedad es parte de su aprendizaje.

Problemas comunes: desórdenes alimentarios, ayunos y modas peligrosas

En esta etapa es común que aparezcan conductas como:

  • Saltarse comidas (sobre todo el desayuno)
  • Dietas extremas sin supervisión
  • Imitar influencers sin base científica
  • Uso de suplementos o productos milagro

Esto puede desencadenar trastornos de la conducta alimentaria (TCA) como anorexia, bulimia o atracones. Observar cambios drásticos en el peso, aislamiento social o comentarios obsesivos sobre el cuerpo es una alerta importante.

Estrategias para mejorar sus hábitos sin imponer ni castigar

Imponer prohibiciones suele generar rechazo. En cambio, funciona mejor:

  • Escuchar sin juzgar
  • Hacer preguntas en vez de dar órdenes
  • Incluirlos en la compra y preparación de alimentos
  • Modelar hábitos en familia (comer juntos, sin pantallas)
  • Reconocer sus esfuerzos

Educar es más efectivo que prohibir. Guiar sin controlar fomenta la autonomía.

Ideas de snacks saludables para adolescentes

Los adolescentes suelen tener hambre entre comidas. Algunas opciones saludables, rápidas y accesibles:

  • Yogur natural con fruta
  • Sándwich integral con aguacate o atún
  • Frutas con semillas o nueces
  • Hummus con zanahorias o galletas integrales
  • Licuados con leche, avena y plátano
  • Palomitas naturales con poco aceite

Evita ofrecer solo galletas, frituras o bebidas azucaradas como solución fácil.

El rol del ejemplo familiar en la educación alimentaria

Los adolescentes aprenden más por observación que por instrucciones. Si en casa:

  • Se cocina con alimentos frescos
  • Se comen frutas y verduras a diario
  • Se limita el consumo de ultraprocesados
  • Se da prioridad a las comidas en familia

… Es más probable que adopten esos hábitos como propios. El entorno familiar sigue siendo el mayor factor de influencia, aunque busquen independencia.

Conclusión: Acompañar, no controlar, es la clave del cambio

La nutrición en adolescentes es una oportunidad para formar adultos más conscientes, autónomos y saludables.

No se trata de imponer reglas estrictas, sino de ofrecer información, apoyo y un entorno que favorezca decisiones responsables.

Guiarlos en su alimentación es también enseñarles a cuidarse y quererse desde adentro.

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